martes, 4 de octubre de 2011

Cuentos de Toga. Presentación

    El ejercicio de la Abogacía es un curioso avatar que puede colmar bien de satisfacción, bien de amargura, en función de los éxitos o los fracasos obtenidos en estrados. En cualquier caso, mucho más exigente con el letrado que consigo mismo, el cliente jamás estará satisfecho, pues si ve estimadas sus pretensiones, comete la desfachatez casi inmutable de considerar que tal evento ha acontecido gracias al dios al que reza o a la intervención providencial del Destino, por lo que el pago de la minuta le resulta poco menos que una ofensa; mas en el supuesto de que sus expectativas sean rechazadas, la culpa no ha de pesar sino sobre las espaldas de quien asumió su defensa, y ello con carácter inamovible. 

    No obstante, a diario permite este oficio tomar el pulso a la realidad y a las personas, conocerlas a veces a fondo, escrutando en su interior para intentar extraer todo lo que puedan transmitir, tanto sus grandezas como sus miserias, habida cuenta que en ambos extremos el ser humano es prolijo.

    Del mismo modo, son infinitas las anécdotas que se conocen y experimentan en este oficio, algunas de las cuales inspirarán algunos de los relatos que compondrán la colección con la que intentaré entretener a quien tenga el gusto y la bondad de invertir su tiempo en mis devaneos.

    Sin más presentación, espero que les sea grata la lectura de los breves cuentos que a medida que vayan siendo compuestos o creados irán dando cuerpo a esta pequeña y humilde aventura.  

2 comentarios:

  1. Muy buena idea Juanfran. Espero que escribas muchas historias.

    Alejandro Calderón

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  2. Gracias, Alejandro:
    Espero que te gusten los humildes relatos a los que iré dando cuerpo cuando el tiempo y las obligaciones me lo permitan. Un fuerte abrazo.

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